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Cómo iniciar este 2025 con una buena salud mental
🕰️ El cambio de año viene acompañado de implicaciones psicológicas no siempre positivas. Esta es la forma de empezarlo de una forma emocionalmente saludable 🕰️
¡Hola! En la Newsletter de hoy hablaremos de las implicaciones psicológicas del cambio de año y de cómo trabajar en nosotros mismos para empezar este 2025 de la forma más saludable emocionalmente. Del mismo modo, recomendaremos algunas lecturas para los más curiosos y, como siempre, haremos un repaso de la actualidad en el mundo de la Psicología.
¡Empezamos!
— Natalia Menéndez, Pol Bertran
Las implicaciones psicológicas del cambio de año 🎄
Acabamos de empezar el 2025 y con este nuevo comienzo parecen verse renovadas las ilusiones y la motivación. Cuando se habla del cambio de año enseguida nos vienen a la mente los típicos propósitos, así como la energía propia de empezar una nueva página en el libro de nuestra vida.
Sin embargo, el cambio de año no siempre se experimenta de una manera positiva. De hecho, la realidad es que para muchos empezar un año nuevo implica lidiar con mayores niveles de ansiedad y estrés. Hoy vamos a dar respuesta a por qué sucede esta reacción psicológica. El malestar emocional que se vive en los primeros días de enero es más común de lo que a priori puede parecer. De hecho, son varios los factores que pueden explicarlo:
Resaca emocional: el mes de diciembre se caracteriza por estar repleto de compromisos y reuniones con la familia y demás seres queridos. Aunque esto puede sonar idílico, lo cierto es que entrar en contacto con los familiares puede ser un estresor potente para muchas personas. Esto sucede especialmente en familias con dinámicas violentas que, lejos de ser un lugar seguro, son una prisión de la que querer salir corriendo. Tras el sobreesfuerzo que para muchos supone este ejercicio de exposición, el cuerpo y la mente entran en una especie de resaca emocional que puede llevar a la tristeza y la apatía.
Reducción del ocio y el consumo: Cuando comenzamos el nuevo año lo hacemos con nuestro bolsillo claramente resentido tras muchas fiestas, regalos y excesos en general. Esto hace que las primeras semanas de enero se presenten poco estimulantes, con menos planes y tiempo de ocio, lo que puede hacernos entrar en un estado de ánimo más bajo de lo habitual.
Presión por alcanzar la perfección: El hecho de que el año sea una oportunidad de tener un nuevo comienzo puede ser fuente de mucha presión para hacer las cosas de manera perfecta. Los propósitos pueden vivirse con más angustia que ilusión, generando estrés especialmente en las primeras semanas. Las metas marcadas pueden enfocarse desde el “todo-nada”, fomentando comportamientos desconectados de nuestras necesidades reales.
Nostalgia e incertidumbre: Cambiar de año supone dejar atrás vivencias, personas y lugares que, en muchos casos, no volveremos a ver o sentir. Este cambio puede ser duro para algunas personas, que pueden sentirse en el inicio del nuevo año especialmente nostálgicas. A esto debemos añadir la incertidumbre por aquello que está por llegar, algo que puede desatar nuestra ansiedad por lo desconocido.
Cómo iniciar el nuevo año de una forma emocionalmente saludable 🧠
Como vemos, el cambio de año puede ser fuente de mayores niveles de estrés y ansiedad. Esto no es algo inevitable, sino que está en nuestra mano poder gestionar la transición de una manera más sana y compasiva con nosotros mismos.
Lo primero que nos puede ayudar es dejar de compararnos para poner el foco en nuestras propias circunstancias. La presión social, la publicidad y las redes…pueden hacernos sentir muy insatisfechos con nosotros mismos y nuestra vida, especialmente en momentos difíciles.
Es esencial plantearnos objetivos ajustados a la realidad, huyendo de los propósitos que fomentan la autoexigencia desmedida y no contemplan nuestras limitaciones de tiempo, energía, dinero…
Recuerda que no existen reglas universales que dicten cómo debemos vivir la vida. Las normas que imperan en la sociedad no tienen por que ser válidas para tu situación personal, así que piensa en qué aspectos son realmente importantes para ti en este año que comienza. Piensa en los valores que verdaderamente orientan tu vida y pregúntate qué es lo que realmente te hizo sentir bien el año anterior, qué puedes mejorar, qué te haría crecer como persona…
El cambio de año no es el único momento en el que puedes marcarte metas. Cualquier momento es válido para hacer este planteamiento, así que evita presionarte innecesariamente.
Respeta tus ritmos: puede que este cambio de año te haya pillado en un momento difícil y no pasa nada. No tienes que exigirte el mismo rendimiento en todos los momentos de tu vida, si estás atravesando dificultades es absolutamente normal que tengas menos motivación en general. No te fustigues con los clásicos “debería…” y trata de conectar con lo que realmente te conviene en este momento (por ejemplo, puede que este año para ti sea más importante saber descansar cuando toca en lugar de forzarte a cumplir con una rutina de ejercicio muy exigente).
Ve a terapia: Si te sientes abrumado y crees que necesitas un poco de apoyo para entender y enfocar el año que comienza, recuerda que puedes contar con la ayuda de un profesional de la psicología para disfrutar de una buena salud mental.
¿Necesitas ayuda? Consulta nuestro Directorio de Psicólogos 🫂
En Psicología y Mente trabajamos a diario para ofrecer a nuestros lectores los mejores servicios psicológicos. Si hay algo en tu vida que te preocupa, si sientes que necesitas hablar con alguien o simplemente quieres mejorar en tu vida personal o profesional, no dudes en echar un vistazo a nuestro Directorio de Psicólogos, donde te pondremos en contacto con el profesional que mejor encaje con tus necesidades y objetivos.
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La reseña destacada de la última edición:
Seleccionó 🧠🧠🧠🧠🧠 ¡Muy bien! y escribió:
“Me parece muy interesante. Pienso que es importante conocer sobre tu estado mental y conocerte a ti mismo. Y ustedes lo facilitan muchísimo brindándonos toda esa información. Gracias”
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