Cognición animal: la inteligencia de los animales 🧠

Históricamente hemos infravalorado las capacidades mentales de los animales, pero con los recientes avances en cognición animal, hemos descubierto los fascinantes secretos que esconden.

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Pol Bertran & Natalia Menéndez
November 16, 2023

¡Hola! En la Newsletter de hoy exploraremos el apasionante mundo de la inteligencia animal, explorando las capacidades cognitivas de otros seres vivos no humanos. Del mismo modo, resolveremos la duda de si los animales pueden sufrir enfermedades mentales y, como siempre, haremos un repaso de la actualidad en el mundo de la Psicología.

¡Empezamos!

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

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La inteligencia en el reino animal 🐘

Los seres humanos llevamos conviviendo con los animales desde los orígenes de nuestra existencia. A día de hoy, son muchos los hogares que cuentan con animales en la familia. También seguimos utilizando a algunas especies animales para alimentarnos, mientras que otras permanecen libres en el medio natural. La presencia animal en la vida humana es enorme, hasta el punto de que sin ellos posiblemente no estaríamos aquí en la actualidad.

Nos han dado comida, abrigo y compañía, nos han servido en infinidad de tareas e incluso han sido empleados como un medio de transporte. Y, a pesar de todo, aún hay quienes despojan a los animales de cualquier ápice de emoción e inteligencia. Quizá seguimos heredando el paradigma que planteaba Descartes, quien describió a los animales como seres carentes de mente. Afortunadamente, esta creencia se ha ido diluyendo con el tiempo. La ciencia ha permitido estudiar y comprender mejor la naturaleza animal, permitiendo así descubrir una inteligencia diferente a la humana en muchos aspectos, pero no por ello inferior. De hecho, deberíamos plantearnos qué es lo que entendemos por inteligencia.

La definición de lo que es ser inteligente a veces es demasiado rígida y androcentrista. Utilizamos como parámetro de referencia nuestras destrezas y habilidades, ignorando otras que también existen en otros seres vivos y que nosotros ni siquiera poseemos. Añadido a esto, también parece complicado determinar si hay animales más inteligentes que otros.

Lo cierto es que el nivel de inteligencia es algo que depende enormemente del contexto donde se desarrolla cada especie y qué habilidades este le exige dominar. Así, los perros tienen una visión de peor calidad que la nuestra, pero nos superan con creces en destreza olfativa debido a que para ellos esta capacidad es crucial. Cada animal exprime sus recursos acorde a lo que necesita, por lo que no se puede cuantificar la inteligencia de una manera neutra o separada del entorno donde se desarrolla.

No cabe duda de que existen muchas diferencias entre humanos y animales, pero no podemos ignorar que también compartimos unas cuantas similitudes. De hecho, venimos del mismo punto que los primates, y aunque con el tiempo la evolución nos ha separado, seguimos haciendo cosas de la misma manera que ellos.

Recordar estos puntos comunes con el reino animal (incluso con nuestros parientes más lejanos) quizá nos puede ayudar a romper nuestra tendencia a sentirnos superiores como especie. Vamos a comentar algunos de ellos:

  • Empezando por nuestros amigos más próximos, los monos poseen como nosotros la habilidad para contar.

  • Si creías que el ser humano es el único que construye y crea cosas, debes saber que las aves pueden crear nidos realmente complejos con elementos naturales. Además, especies como el castor pueden crear grandes presas en el ecosistema.

  • Incluso insectos como los saltamontes comparten similitudes con los humanos. Parece que su sistema auditivo tiene elementos parecidos a los nuestros, incluyendo la presencia de tímpanos o vesículas con líquido que ayudan a enviar la información auditiva al sistema nervioso.

  • Cuando una persona siente emociones como el miedo o el dolor, esta queda plasmada en su expresión facial. Esta cualidad también se ha observado en roedores en un contexto de laboratorio.

  • ¿Hablas en sueños? Pues esto no es algo únicamente humano. Los delfines también emiten sonidos mientras duermen.

  • Las palomas que revolotean en las plazas son a menudo despreciadas por resultar molestas o desagradables para algunas personas. Sin embargo, estas aves tienen más inteligencia de la que puede parecer, pues dominan el aspecto espacio-temporal de una manera similar a nosotros.

¿Pueden los animales sufrir enfermedades mentales? 🧠

Siguiendo la línea de lo que venimos comentando, parece que los animales son más inteligentes de lo que creemos, y esto también influye en su faceta más emocional. Lejos de ser simples autómatas al servicio del humano, son seres vivos con sentimientos. Esto implica que también pueden sufrir y expresar dolor psicológico de formas más o menos similares a nosotros.

Aunque en el medio salvaje esto puede suceder, donde más se ha podido comprobar que los animales experimentan sufrimiento emocional es en los entornos de cautiverio. En contextos de privación, los animales pueden desregularse y llevar a cabo comportamientos autolesivos como arrancarse el pelo o golpearse.

También pueden sumirse en estados de profunda tristeza cuando alguien a quien quieren muere. Es bien sabido que los canes son de los animales más fieles, de forma que supone para ellos un duro lastre cuando los humanos que cuidan de ellos dejan de estar. En casos así se ha llegado a documentar cómo los peludos esperan incansablemente por esa persona, e incluso reposan en algún lugar que huela a su humano de referencia. 

En el medio natural también se han observado episodios similares a la depresión humana. Ejemplo de ello fue el caso de Flint, una chimpancé que Jane Goodall pudo conocer en Tanzania. Tras la muerte de su madre, Flint quedó severamente afectada, comenzó a aislarse del grupo y dejó de comer, hasta el punto de fallecer. Por todo ello, podemos concluir que, en efecto, nuestros parientes animales tienen mucho más mundo interior del que quizá habíamos imaginado.

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