Ir a terapia no es una señal de debilidad, es un acto de autocuidado

¡Hola! En la Newsletter de hoy desmontaremos el, por desgracia, extendido mito de que la psicoterapia solo es para personas débiles, incapaces de autogestionar su mundo interior; cuando en realidad es solo un acto de autocuidado. Del mismo modo, veremos cómo saber elegir a un psicólogo para nosotros y, como siempre, haremos un repaso de la actualidad en el mundo de la Psicología.

¡Empezamos!

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

La terapia no es para personas débiles 🧠

El debate sobre la importancia de la salud mental está más candente que nunca. En los medios de comunicación, especialmente en las redes sociales, hablar sobre el malestar psicológico se ha convertido en algo recurrente y cada vez más normalizado.

A pesar de los avances, debemos tener en cuenta que todo cambio social requiere tiempo para calar profundamente en las personas. Aunque en teoría se han derribado tabúes, aún existe mucho recelo hacia la terapia psicológica y su utilidad.

Una de las ideas más comunes tiene que ver con la asociación entre el sufrimiento emocional y la debilidad. La creencia de que las personas con problemas de salud mental son menos fuertes es una herencia de la cual ni las generaciones más jóvenes se han librado. Aunque los mensajes más actualizados tratan de cambiar esta visión, la realidad es que muchas personas aún sienten que son menos válidas por estar sufriendo a nivel psicológico.

El gran problema de esta idea tan extendida es que todavía muchas personas se sienten cohibidas a la hora de pedir ayuda a pesar de estar sufriendo. Cambiar la perspectiva es una cuestión de salud, pues en muchas ocasiones salir solos hacia adelante sin apoyo profesional es extremadamente complicado. Hoy vamos a abordar esta cuestión, tratando de explicar por qué ir a terapia no solo no es señal de debilidad, sino que representa una acción de cuidado hacia nosotros mismos.

Para entender la importancia de atender nuestros problemas de salud mental vamos a poner un ejemplo sencillo. Imagina que tienes una gripe muy fuerte, con escalofríos, dolor en todo tu cuerpo…incluso has perdido el apetito y apenas estás comiendo. Dado que la gripe es una infección viral, lo más seguro es que con el paso de los días tu cuerpo vaya combatiendo la infección hasta que te recuperes.

Sin embargo, cuando enfermamos sabemos que es importante ir al médico. Que un doctor nos vea va a ayudarnos a saber con seguridad que lo que sufrimos es una gripe y no otra cosa, además de que podrá revisar que nuestros síntomas están controlados y recetar medicinas para sobrellevar el virus un poco mejor.

Cuando tenemos dentro de nosotros un dolor emocional, a menudo nos empeñamos en salir adelante sin ayuda. Esto hace que a veces el sufrimiento se haga más largo y más difícil. Sin apoyo de un profesional, podemos desplegar estrategias poco adaptativas para “librarnos” cuanto antes de ese sufrimiento, como intentar no pensar en ello, minimizarlo, e incluso buscar taparlo con elementos externos como las drogas, las compras o la comida.

Además, cuando no vamos a terapia podemos sentir que no entendemos lo que nos pasa ni por qué. Visitar a un profesional de la salud mental permite comprender nuestro dolor y atenderlo de una manera guiada con el fin de lograr unos objetivos. Añadido a todo lo que hemos comentado, ir a terapia es, curiosamente, una manera de fortalecer nuestros recursos y nuestra capacidad para afrontar la adversidad. Aunque muchas personas creen que hacer terapia implica sumirse en el dolor y el victimismo, nada más lejos de la realidad.

Cuando hacemos el trabajo de mirar hacia dentro, por supuesto podemos expresar nuestras emociones sin juicios, pero no sólo eso. En terapia también revisamos nuestras responsabilidades, buscamos caminos de solución y tomamos las riendas de nuestra vida y nuestros problemas. Las personas que se permiten atender su dolor tienden por todo ello a ser más resilientes, pues esto les ayuda a evitar colapsos y dinámicas que favorecen el desarrollo de problemas mentales.

¿Cómo encontrar a un psicólogo/a que se adapte a mis necesidades? 🫂

Además de las creencias erróneas que predominan en la sociedad acerca de la terapia, muchas personas también ven limitada su capacidad de pedir ayuda porque no saben dónde acudir. En los últimos años la oferta de psicoterapeutas se ha disparado, lo que puede ser abrumador para las personas que, en un momento vulnerable, necesitan apoyo profesional.

Lo primero que debes tener claro es el motivo por el que deseas ir a terapia. Piensa en las dificultades que tienes ahora mismo, las cosas que más te agobian, revisa si tienes algún tipo de “síntoma” (por ejemplo, crisis de ansiedad o problemas con la comida). De partida es conveniente que el profesional que te atienda esté formado específicamente en el tipo de motivo de consulta que tú planteas. Por ejemplo, no todos los terapeutas poseen formación para manejar problemáticas como los trastornos alimentarios o las adicciones.

También debes saber que no todos los terapeutas trabajan desde el mismo enfoque. Hay terapeutas que optan por modelos más centrados en el manejo del síntoma en el presente (esto es propio de las terapias cognitivo-conductuales), mientras que otros pueden enfocarse más en el origen de ese síntoma (esto es más habitual en terapias de corte psicoanalítico, por ejemplo).

También hay psicólogos que optan por aunar técnicas de diferentes enfoques, apostando por un enfoque integrador. Si dudas acerca de qué es lo que tu puedes preferir de antemano, puedes recurrir a directorios como el que puedes encontrar en Psicología y Mente. Puedes filtrar tu búsqueda para poder elegir el terapeuta más acorde a tu situación.

¿Necesitas ayuda? Consulta nuestro Directorio de Psicólogos 🫂

En Psicología y Mente trabajamos a diario para ofrecer a nuestros lectores los mejores servicios psicológicos. Si hay algo en tu vida que te preocupa, si sientes que necesitas hablar con alguien o simplemente quieres mejorar en tu vida personal o profesional, no dudes en echar un vistazo a nuestro Directorio de Psicólogos, donde te pondremos en contacto con el profesional que mejor encaje con tus necesidades y objetivos.

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• Un equipo de investigadores ha descubierto que en los cerebros de los niños y niñas con autismo hay patrones de densidad neuronal característicos: por ejemplo, hay una menor concentración de neuronas en la corteza derecha del cerebelo.

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• Un meta-análisis indica que la cantidad de personas con personalidad narcisista ha disminuido en las últimas cuatro décadas.

La reseña destacada de la última edición:
Seleccionó 🧠🧠🧠🧠🧠 ¡Muy bien! y escribió:

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