Reprogramar la mente jugando: el videojuego que desafía al COVID persistente

La niebla mental, la fatiga y la dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas que arrastran miles de personas meses después de haber superado la fase aguda del COVID-19. Frente a esta realidad, un grupo de investigadores ha diseñado una herramienta poco convencional: un videojuego. Su objetivo no es el entretenimiento, sino la rehabilitación cognitiva. En la Newsletter de hoy exploraremos cómo funciona este tratamiento, en qué se basa y qué resultados está dando en pacientes con COVID persistente.

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

El déficit cognitivo en pacientes con COVID persistente 🧠🦠

La pandemia por COVID-19 supuso para el mundo una experiencia desafiante y traumática. La llegada de este virus desconocido puso a prueba el funcionamiento de los sistemas sanitarios y la capacidad de los estados y sus habitantes de lidiar con un evento adverso de esta magnitud.

Si bien ya han transcurrido algunos años desde que vivimos esta emergencia sanitaria completamente inesperada, lo cierto es que la pandemia marcó un punto de inflexión para muchas personas. Aunque una parte de la población pudo superar la enfermedad sin secuelas, lo cierto es que no son pocos los casos de pacientes cuya vida dejó de ser la misma a raíz de contraer el virus.

A medida que todo iba volviendo lentamente a la normalidad, los sanitarios comenzaron a observar que algunos pacientes mostraban un conjunto de síntomas que no remitían a pesar del paso del tiempo. La comunidad científica empezó a preocuparse por este tipo de casos y bautizó a esta problemática como “COVID persistente”. Los adultos afectados por esta problemática mostraban síntomas como fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva.

Las investigaciones han podido comprobar que el virus accede al Sistema Nervioso Central (SNC) a través del bulbo olfatorio, el cual mantiene importantes conexiones con áreas cerebrales vinculadas a la cognición y las emociones. En las personas que habían sido infectadas se observó una reducción del tamaño general del cerebro y una pérdida de materia gris en regiones vinculadas a la memoria, en comparación con sujetos no infectados. En algunos estudios también se han comenzado a registrar déficits en la conectividad entre el área parahipocampal izquierda y derecha, así como entre el área bilateral orbitofrontal y el cerebelo.

Una intervención digital para la intervención sobre los déficits cognitivos por COVID-19 🎮

Los casos de pacientes que han sufrido déficits cognitivos asociados al COVID persistente han captado la atención de la ciencia. Dado lo incapacitantes que resultan los síntomas vinculados a esta condición, no es de extrañar que muchos equipos se hayan puesto manos a la obra para buscar opciones de tratamiento que permitan brindar ayuda a estas personas.

Un ensayo aleatorizado controlado que se publicó en 2024 fue diseñado con la finalidad de investigar si una intervención digital (AKL-T01) podría reducir los déficits cognitivos de adultos con disfunción cognitiva persistente post-COVID. Esta intervención fue planteada en un formato similar a la interfaz de un videojuego, la cual perseguía entrenar la atención y las funciones ejecutivas de los participantes.

Los sujetos elegidos fueron adultos con déficits cognitivos que persistían desde hacía más de cuatro semanas tras haber sido infectados por COVID-19. Estos fueron asignados de forma aleatoria a uno de los dos grupos de la investigación: el grupo experimental que se sometería a la intervención o el grupo control que permanecería en lista de espera.

Los participantes del grupo experimental permanecieron seis semanas realizando la intervención a distancia. Los investigadores observaron que no hubo diferencias estadísticamente significativas en atención sostenida entre el grupo control y el experimental. Sin embargo, sí que detectaron una mejoría en el grupo experimental en la velocidad de procesamiento en comparación con el grupo control. Otros indicadores evaluados como la calidad de vida también fueron superiores en el grupo experimental. Además, los sujetos del grupo experimental también se beneficiaron de una mayor reducción en sus niveles de ansiedad y fatiga cognitiva.

A raíz de estos resultados, los investigadores responsables del estudio concluyeron que, a pesar de la falta de mejora en atención sostenida, algunos déficits cognitivos asociados al COVID persistente pueden ser mejorados gracias al entrenamiento cognitivo con AKL-T01.

Si bien este proyecto representa un acercamiento muy inicial al diseño de tratamientos para el déficit cognitivo en este tipo de pacientes, los hallazgos resultan esperanzadores. Más investigaciones en el futuro que sigan esta dirección podrían así dar forma a un modelo de intervención digital más robusto y con potencial para superar las limitaciones encontradas en este primer ensayo.

A pesar de que ya han transcurrido algunos años desde que se dio por finalizada la pandemia por COVID-19, la persistencia de los síntomas asociados a esta enfermedad en algunos pacientes sigue estando rodeada de incógnitas. Como vemos, la principal motivación de investigar esta patología es la búsqueda de intervenciones que permitan a las personas afectadas recuperar niveles mínimos de funcionalidad y calidad de vida. A la vista del estudio que hemos comentado, parece que las tecnologías son una herramienta de enorme potencial para lograr este objetivo aunque aún es preciso seguir profundizando.

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