"La epidemia de las pantallas" o cómo somos adictos al teléfono

La adicción a las pantallas ha sido un efecto colateral de esta globalización en un mundo cada vez más conectado. Hablemos acerca de lo que muchos ya hablan como una epidemia tecnológica.

¡Hola! En la Newsletter de hoy hablaremos acerca de la adicción a las pantallas que existe en nuestra sociedad, de cómo en este mundo cada vez más globalizado se ha creado una especie de epidemia tecnológica. Del mismo modo, veremos cómo prevenir estos comportamientos obsesivos con nuestros teléfonos y, como siempre, presentaremos el nuevo episodio de nuestro podcast y repasaremos la actualidad en el mundo de la Psicología.

¡Empezamos!

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

¿Qué es esto de la epidemia de las pantallas? 😵‍💫📱

Las adicciones representan un problema grave de salud mental que puede llegar a dañar profundamente la vida de la persona afectada. Tradicionalmente, estas se han asociado al abuso de drogas, sustancias capaces de alterar las funciones psíquicas del organismo e inducir al individuo a repetir su consumo por el placer que generan.

Sin embargo, en los últimos tiempos el mundo de las adicciones ha vivido una transformación evidente. En este sentido, han ido apareciendo adicciones de carácter conductual, donde el elemento que las provoca no es una sustancia química: hablamos de la adicción a las pantallas.

La adicción a las pantallas ha sido un efecto colateral de la llegada de las nuevas tecnologías. Aunque estas han logrado facilitarnos la vida en numerosos aspectos, un mal uso de las mismas puede dar lugar a consecuencias negativas importantes, especialmente en los más jóvenes.

Los niños y adolescentes de la actualidad representan las primeras generaciones que han nacido teniendo las pantallas como elemento cotidiano en su día a día. De esta manera, han tenido un acceso a la tecnología durante períodos sensibles del desarrollo sin que existiera conocimiento previo de cómo esta experiencia les puede repercutir.

El desconocimiento alrededor de su uso ha provocado un uso abusivo y descontrolado en muchas familias, que en algunos casos ha llegado a derivar en una adicción en toda regla. De hecho, esa necesidad imperiosa de estar en contacto con las pantallas en cualquiera de sus formatos (ordenadores, teléfonos móviles, tabletas…) ya representa una de las adicciones más frecuentes en la población joven.

Como sucede con otras adicciones, el abuso de las nuevas tecnologías supone una patología que implica la dependencia hacia dicho comportamiento. La persona se encuentra sumergida en una espiral de la que es muy difícil desengancharse sin ayuda. Además, aparecen dos fenómenos clave. Por un lado, el síndrome de abstinencia, que hace referencia al malestar intenso que aparece cuando la persona no hace uso de la tecnología pasado un determinado lapso de tiempo.

Por otro lado, la tolerancia, que implica la necesidad de una cantidad de tiempo cada vez mayor para experimentar el mismo placer que al principio. Añadido a todo lo comentado, la persona carece de sensación de control, de manera que se vuelve una especie de esclava de la conducta adictiva.

Los niños y adolescentes que viven enganchados a las redes sociales, los videojuegos e internet pueden ver seriamente mermado su desarrollo a todos los niveles. Por ello, el papel de las familias es fundamental a la hora de detectar el problema. En este aspecto, hay algunas señales de alerta a las que prestar especial atención:

  • Cambios en el comportamiento: El niño o adolescente empieza a mostrarse más irritable o ansioso de lo normal, especialmente cuando se le retiran las pantallas.

  • Aislamiento social: El niño o adolescente muestra cada vez menor interés en las actividades sociales y las relaciones con los demás.

  • Problemas en áreas diversas de la vida: A medida que las pantallas van absorbiendo el tiempo y la energía del niño o adolescente, otras áreas vitales pueden verse dañadas. El rendimiento escolar puede verse afectado, incluso pueden descuidarse necesidades básicas como la higiene, el descanso o la alimentación.

  • Pérdida de interés en otras actividades: Cosas que antes el niño o adolescente disfrutaba dejan de ser gratificantes. Se dejan a un lado las demás aficiones y las pantallas abarcan todo el tiempo disponible.

  • Negación: Como suele ocurrir con cualquier adicción, el niño o adolescente tenderá a minimizar o negar el problema.

Por supuesto, cuando un niño o adolescente experimenta un comportamiento adictivo de este tipo, es importante revisar qué ocurre más allá de la conducta observable. Muchas veces, hay cuestiones que están fallando a nivel más profundo y que es importante corregir. Algunas de las más habituales son las siguientes:

  • La familia no establece adecuadamente normas y límites.

  • El niño o adolescente carece de adecuadas habilidades sociales.

  • El niño o adolescente se siente solo o no posee suficientes espacios de disfrute y gratificación.

  • El niño o adolescente no se siente bien consigo mismo y necesita refugiarse tras las pantallas en lugar de afrontar escenarios reales.

¿Cómo prevenir la adicción a las pantallas? 😎

Como venimos comentando, las pantallas pueden suponer un problema muy serio, especialmente en los más jóvenes, cuyo desarrollo psicológico está aún en progreso. Por este motivo, lo ideal es que los progenitores puedan hacer lo posible por prevenir el problema. Algunas pautas útiles son las siguientes:

  • Fomentar la cohesión familiar mediante el tiempo de calidad y la comunicación.

  • Establecer normas y límites de manera clara, de forma que el uso de las pantallas esté limitado.

  • Fomentar otras fuentes de gratificación y disfrute, como puede ser el juego con los iguales, el deporte, los trabajos manuales, etc. Las actividades extraescolares suelen ser de gran ayuda en este sentido.

  • Ser modelo de un uso saludable de las pantallas. No tiene sentido que se le exija a los hijos un uso moderado si los adultos responsables apenas levantan la vista de su teléfono móvil.

  • Cultivar desde casa la autoestima, de forma que el niño se sienta válido y capaz de hacer cosas. De la misma manera, entrenar sus habilidades sociales para que logren manejarse con éxito en escenarios con otras personas.

  • Educar acerca de las tecnologías, para qué nos pueden servir y qué riesgos implican si no hacemos un buen uso de ellas.

PymTalks #10 ft Vega Pérez 🎙️🧠

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