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La Guerra de las Inteligencias: ¿qué nos cuenta la Teoría de la Inteligencia Múltiple? 🧠

En 1983, el psicólogo Howard Gardner elaboró una teoría acerca de la inteligencia que revolucionó la comprensión de la capacidad que nos hace ser humanos. Descubramos su historia.

¡Hola! En la Newsletter de hoy descubriremos la apasionante historia detrás de la Teoría de las inteligencias múltiples, un modelo de la mente desarrollado por el psicólogo Howard Gardner en 1983. Analizaremos también si los tests de Cociente Intelectual realmente revelan la inteligencia de una persona y, como siempre, haremos un repaso de la más interesante actualidad en el mundo de la Psicología.

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

Las inteligencias múltiples, una teoría de la mente ♟️

En las sociedades humanas existe una cualidad muy valorada y reconocida: la inteligencia. Esto ha hecho de ella el foco de mucho interés y estudio, ya que conocerla siempre se ha considerado una cuestión clave para desarrollar el talento humano y fomentar el desarrollo óptimo de la sociedad.

En términos generales, la inteligencia siempre se ha definido como la capacidad para percibir e inferir información, así como para retenerla en forma de conocimiento que luego es aplicado con el fin de desarrollar conductas adaptativas en un entorno concreto. Aunque cualquiera podría explicar a priori qué es una persona inteligente, lo cierto es que todo lo que rodea a la inteligencia es más complejo y amplio de lo que puede parecer.

Fue un psicólogo el que comenzó por primera vez a plantearse muchas cosas que se daban por sentadas sobre la inteligencia. Hablamos de Howard Gardner, figura investigadora de la Universidad de Harvard que dio forma a la conocida Teoría de las Inteligencias Múltiples, la cual vio la luz en el año 1983.

Antes de su rompedora propuesta, Gardner observaba que la inteligencia siempre era concebida como un constructo unitario y homogéneo. Hasta ese momento, ser inteligente era algo asociado al llamado cociente intelectual, un resultado que se podía obtener mediante pruebas psicométricas específicas para ello. El problema que Gardner veía en esto es que dichas pruebas habían sido diseñadas con importantes sesgos de por medio. Uno de los más destacados era el hecho evidente de que el razonamiento lógico y matemático, así como la expresión verbal, se consideraban mucho más importantes que otras habilidades.

En este sentido, Gardner empezó a plantearse la existencia de otros tipos de inteligencia más allá de aquella definición tan rígida. Reflexionando sobre el avance de la vida humana, el psicólogo entendía que tenían que existir muchas destrezas en juego que se estaban pasando por alto. Talentos diferentes a esa agilidad mental tan reconocida socialmente que permanecían infravalorados.

Si bien Gardner estaba conforme con la definición de inteligencia como la capacidad de solucionar problemas o generar bienes valiosos, a la vez creía que la concepción de ella que se tenía entonces era demasiado pobre.

Teniendo en cuenta lo asentado que estaba el concepto de cociente intelectual así como las pruebas que permitían conocerlo, la presentación de su propuesta removió unos cimientos que parecían sólidos, planteando dudas y polémicas.

Gardner sostiene que existen muchos tipos distintos de problemas en el mundo. Por ello, parece evidente que deben existir muchos tipos de inteligencias distintas que permitan su resolución. Estas inteligencias, tanto de manera individual como conjunta, permiten entender la inteligencia humana de manera más rica y flexible. Los trabajos de Gardner y su equipo han identificado ocho tipos distintos de inteligencia:

  • Inteligencia lingüística: Aquella que permite utilizar el lenguaje de manera habilidosa, en todas sus expresiones.

  • Inteligencia musical: Aquella que nos permite percibir y expresar la música con sensibilidad.

  • Inteligencia lógico-matemática: Aquella que nos permite resolver cálculos matemáticos y poner en marcha el razonamiento lógico.

  • Inteligencia corporal cinestésica: Aquella que permite expresar ideas y sentimientos mediante el uso del cuerpo.

  • Inteligencia espacial: Aquella que permite percibir el entorno visual y espacial para transformarlo.

  • Inteligencia intrapersonal: Aquella que nos permite desarrollar un conocimiento profundo de nosotros mismos.

  • Inteligencia interpersonal: Es la capacidad para desenvolvernos en las relaciones sociales desplegando la empatía.

  • Inteligencia naturalista: Es aquella que nos ayuda a observar y conectar con los elementos propios de la naturaleza.

¿Los test de inteligencia sirven realmente para definir la inteligencia de las personas? 🔮

Después de todo lo dicho, puede que te estés preguntando si realmente los test de inteligencia son tan fiables a la hora de medir la inteligencia de una persona. Los test de inteligencia llevan acompañándonos más de un siglo, y desde entonces no se puede negar que su uso ha resultado útil en distintos aspectos.

Se trata de pruebas muy extendidas a nivel universal, ya que permiten conocer el nivel de inteligencia de las personas de manera estandarizada. Este tipo de pruebas se aplican en centros educativos para predecir el rendimiento del alumnado y detectar posibles necesidades educativas especiales. A nivel laboral, ayudan a medir las aptitudes de los candidatos y buscar el perfil más ajustado al puesto.

Desde que comenzaron a elaborarse, las pruebas se han ido modificando y actualizando para medir la inteligencia de la forma más precisa posible. Dependiendo del objetivo, se puede recurrir a escalas como la Wechsler, que permiten evaluar distintos tipos de inteligencia que se combinan en el CI. En cambio, otras como el Raven nos arrojan una sola capacidad general.

Tal y como suele suceder la mayoría de veces, la respuesta a si sirven para medir la inteligencia es: depende. Si bien son instrumentos con una fiabilidad considerable, no son infalibles. La clave reside en aplicarlos siempre teniendo en cuenta el contexto de la persona, sin caer en el reduccionismo. Una cuestión tan compleja como la inteligencia difícilmente se puede acotar en unas pocas cifras.

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“Me encanta el artículo de “responsabilidad afectiva” El resto de contenido muy interesante como es habitual.”

ceciliajgv

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