La "indefensión aprendida" o cómo absorbemos la desesperanza

¡Hola! En la Newsletter de hoy hablaremos acerca de la indefensión aprendida, un tecnicismo acuñado por Martin Seligman para describir el fenómeno a través del cual “aprendemos” a comportarnos pasivamente por la sensación de no ser capaces de cambiar algo que nos hace daño. Veremos también su relación con ciertos trastornos psicológicos y, como siempre, haremos un repaso de la actualidad en el mundo de la Psicología.

¡Empezamos!

— Natalia Menéndez, Pol Bertran

Qué es la indefensión aprendida: historia y definición de este concepto 🧠

La investigación en Psicología puede parecer a veces un ámbito demasiado alejado de la realidad de las personas. Esto hace que las teorías y conceptos más técnicos en ocasiones sean difíciles de aplicar a la compleja realidad que hay fuera del laboratorio. Hoy vamos a establecer un puente entre ambos mundos a través de un concepto de enorme importancia en la ciencia del comportamiento: hablamos de la indefensión aprendida.

La indefensión aprendida hace referencia a la condición por la cual una persona o animal puede inhibir su comportamiento ante situaciones aversivas o dolorosas, tras comprobar que las acciones para evitarlo no han sido fructíferas. El resultado es una actitud de total pasividad ante la situación, la persona o animal aprende que no puede hacer nada por cambiar sus circunstancias.

Seligman y Overmaier fueron pioneros a la hora de preguntarse el porqué de este comportamiento. Para poder conocer de forma científica la causa de este fenómeno, optaron por investigar con sujetos animales, más concretamente perros. El estudio consistió en someter a los animales a una serie de choques eléctricos inescapables. Llegados a un punto, los animales dearrollaban un patrón de conducta y unos cambios neuroquímicos que recordaban a un cuadro depresivo. Fue a raíz de estos primeros estudios que se formuló el concepto de indefensión aprendida.

Debido a que las investigaciones con animales tienen importantes limitaciones, Watson y Ramey decidieron estudiar este mismo fenómeno en sujetos humanos, encontrando resultados similares. De esta manera se demostró que aquellas personas expuestas a daños aleatorios e inevitables terminaron rindiéndose en su intento de escapar, sumidas en un estado de completa impotencia.

Añadido a todo lo anterior, Bernard Weiner también aportó valiosos hallazgos en el campo de la indefensión aprendida, pues fue el primero en considerar el papel que la interpretación subjetiva de cada uno ejerce en el desarrollo de la indefensión.

Así, un mismo evento puede llevar a dos personas a respuestas diferentes. Mientras que una puede persistir en su intento de salir de esa situación, la otra puede rendirse en cuanto sufre un par de intentos fallidos. La indefensión aprendida tiene un efecto triple en el individuo:

• Motivacional: Las respuestas de lucha/huída dejan de aparecer o lo hacen con más latencia.

• Emocional: La persona experimenta estados de ansiedad o depresión al percibir que no puede escapar de su situación.

• Cognitivo: La persona comienza a perder su capacidad para contemplar soluciones y vías de salida, se produce un efecto túnel.

¿Cómo puede una persona llegar a este nivel de indefensión? Cada uno de nosotros poseemos una importante brújula, que son nuestras emociones. Cuando hay peligro cerca tendemos a reaccionar y poner en marcha una respuesta de lucha/huída. Sin embargo, el peligro no siempre aparece de forma repentina. A menudo, la indefensión aprendida se desarrolla de forma progresiva, de manera que la persona va poco a poco viendo reducido su margen de actuación.

Para entender esto vamos a poner como ejemplo la situación de indefensión de una víctima de violencia de género que es maltratada por su pareja. La pareja no comienza con insultos y vejaciones, sino con comportamientos sutiles que cada vez van a más.

La metáfora de la rana nos puede ayudar a ver cómo es posible que una persona se quede y se rinda en estas circunstancias. Si quisiéramos cocinar una rana viva y la echásemos a una olla hirviendo, lo más seguro es que esta saltara fuera de la olla. En cambio, si colocamos a la rana en agua fría y vamos poco a poco subiendo la temperatura, esta apenas se dará cuenta de cómo poco a poco está siendo cocinada.

La indefensión aprendida y su relación los problemas psicológicos ⛈️

Como comentábamos al principio, los conceptos que se estudian en el laboratorio no siempre parecen tener una relación clara con las vivencias reales de las personas. Sin embargo, con la indefensión aprendida podemos ver cómo esas primeras investigaciones realizadas por Seligman sembraron una semilla importante para entender mejor el sufrimiento de las personas.

La indefensión aprendida es un concepto de gran valor para entender las relaciones en las que existe violencia, ya sea en pareja o en el ámbito familiar. Aquellas personas que han sido expuestas a agresiones de todo tipo (físicas, verbales…) de forma reiterada en el tiempo, observan que sus acciones no logran frenar al agresor.

Esto conduce a una actitud de sumisión, pues la persona aprende que, haga lo que haga, el resultado será el mismo. A veces, esta sumisión puede incluso llegar a las muestras de cariño o la complacencia. Este fenómeno puede ser muy impactante, pues personas válidas y capaces se ven atrapadas en una jaula invisible de la que no logran salir, algo así como el elefante encadenado que protagoniza el cuento de Jorge Bucay.

La indefensión aprendida es un elemento importante en problemas psicológicos como la depresión. La persona no logra ver una salida, se siente desesperanzada y sola, llegando incluso a desarrollar pensamientos de suicidio. Esto representa el extremo de la resignación, rendirse y buscar el último recurso para escapar del sufrimiento.

Entender el concepto de la indefensión aprendida es de gran importancia no sólo en el laboratorio, sino también en las consultas de salud mental, donde muchas personas acuden buscando desaprender lo aprendido.

¿Necesitas ayuda? Consulta nuestro Directorio de Psicólogos 🫂

En Psicología y Mente trabajamos a diario para ofrecer a nuestros lectores los mejores servicios psicológicos. Si hay algo en tu vida que te preocupa, si sientes que necesitas hablar con alguien o simplemente quieres mejorar en tu vida personal o profesional, no dudes en echar un vistazo a nuestro Directorio de Psicólogos, donde te pondremos en contacto con el profesional que mejor encaje con tus necesidades y objetivos.

Un poco de actualidad en el mundo Psico 🆕

• El hecho de hablar abiertamente de temas polémicos fomenta un pensamiento más abierto, según un estudio.

• Un nuevo estudio publicado en la revista Cell refuerza la hipótesis de que ciertas alteraciones en la flora intestinal sufridas durante los primeros años de la infancia se asocian a una mayor probabilidad de desarrollar autismo o TDAH.

• Un equipo de investigadores halla indicios de que la gratificación aplazada, la capacidad de priorizar las metas a largo plazo a aquellas a muy corto plazo, aparece hacia los 4 años en las niñas y hacia los 5 años en los niños. A su vez, esta aptitud se asocia a un mejor rendimiento académico.

• Según un estudio, la exposición a los estratos sociales más empobrecidos hace que la gente rica apoye menos las políticas de redistribución.

La reseña destacada de la última edición:
Seleccionó 🧠🧠🧠🧠🧠 ¡Muy bien! y escribió:

Novedades en la web 💻

• 6 mitos sobre el Trauma Psicológico (y por qué son falsos)

  Estas ideas erróneas sobre el trauma psicológico están muy extendidas.

• Autosometimiento: ¿qué es y cómo puedo evitarlo?

  A veces nos sometemos a los valores de otra persona de forma inconsciente.

• “Solo sé que no sé nada”: ¿cuál es el significado y origen de esta frase?

  Los pensamientos de la antigüedad siguen siendo relevantes en nuestras vidas.

• El impacto de los castigos físicos en la Crianza

  La coerción física tiene un impacto directo y negativo sobre el desarrollo psicológico de los niños.

• La Psicología de la Procrastinación

  Los mejores consejos sobre cómo vencer la tendencia a dejar las cosas para después.