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"La presión del gimnasio": el malestar psicológico por no hacer deporte
🏋️♀️ Por la presión estética que sufrimos, hay veces que el deporte se convierte en una obsesión y los días en los que no podemos entrenar, una fuente de remordimiento 🏋️♀️
¡Hola! En la Newsletter de hoy hablaremos acerca del malestar por no hacer deporte, ese remordimiento que sentimos los días en los que no podemos entrenar por culpa de la presión estética que sufrimos. Del mismo modo, hablaremos sobre el movimiento Body Positive y, como siempre, haremos un repaso de la actualidad en el mundo de la Psicología.
¡Empezamos!
— Natalia Menéndez, Pol Bertran
Malestar por no hacer deporte y presión estética 🏋️♀️
Actualmente no quedan dudas de que el ejercicio físico es un ingrediente indispensable para mantener un estilo de vida saludable. Incluirlo en nuestra rutina nos proporciona beneficios a nivel físico y mental, tales como aumentar nuestra fuerza y agilidad, mejorar el estado de ánimo o prevenir el desarrollo de enfermedades. Si bien el deporte es un gran aliado para el bienestar, es importante tener en cuenta que sus beneficios aparecen siempre y cuando lo realicemos en términos adecuados. Y es que una parte importante de la población se relaciona con el ejercicio desde un lugar dañino y muy vinculado al aspecto físico.
Es un hecho que todos estamos expuestos al bombardeo publicitario en diferentes medios, a través del cual se vinculan continuamente delgadez y salud. Aunque este ideal ya venía imperando desde antes de internet, lo cierto es que las redes sociales no han hecho más que magnificar la preocupación de muchas personas por su aspecto, especialmente entre el sector femenino. Mientras que de las mujeres se espera que tengan un cuerpo pequeño, delgado y perfecto, en los hombres el modelo a seguir es el de un cuerpo fuerte y musculado.
Los elevados estándares de belleza generan una intensa frustración, pues constituyen una meta difícil de alcanzar, por no decir imposible. La insatisfacción con el propio cuerpo es lo que conduce a muchas personas a intentar cambiarlo a través del ejercicio, con el objetivo de acercarse a ese modelo de belleza tan codiciado.
En las personas que parten de una mayor vulnerabilidad, esta estrategia puede favorecer el inicio de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Añadido a todo esto, la presión estética que todos sufrimos fomenta los estereotipos de género y perpetúa la cosificación del cuerpo, ignorando que al fin y al cabo somos personas y nuestro aspecto no es lo único que nos define.
No podemos hablar de la relación dañina con el ejercicio sin mencionar la llamada cultura de la dieta. Este es el nombre con el cual se bautiza a todo un sistema de creencias que nos hace vivir la relación con la comida desde la lógica de “ganar o perder”. Los alimentos se clasifican como buenos o malos, dotándolos incluso de cierto valor moral.
Como el punto de referencia para alimentarse es el peso reflejado en la báscula, la persona guiada por la cultura de la dieta empezará a actuar como si la comida fuese un premio que ganarse a través del ejercicio físico. Se pretende comer de una forma “limpia”, excluyendo grupos importantes de nutrientes como los hidratos o las grasas fruto del desconocimiento.
A esta normalización del vivir a dieta y emplear el ejercicio como un medio para adelgazar y no como un fin en sí mismo debemos añadir la falta de conciencia de la existencia de diversidad corporal. Lejos de existir un cuerpo ideal al que todos podemos llegar si nos lo proponemos, la realidad es que existen infinidad de cuerpos con formas y tamaños diferentes. Una persona perfectamente sana puede poseer un cuerpo grande, así como alguien delgado puede tener unos terribles hábitos de salud. El problema es que la asociación entre salud y delgadez lleva a demonizar los cuerpos alejados de la norma establecida, dando por sentado que son una consecuencia de hábitos de salud inadecuados. Por consiguiente, estas personas se verán a menudo presionadas a cambiar su aspecto, donde una vez más el ejercicio entra en juego como una herramienta para bajar peso y nada más.
¿Qué es el movimiento Body Positive? ⚡
Como reacción a esta realidad que venimos comentando, han ido surgiendo movimientos como el llamado Body Positive. Este movimiento defiende la aceptación del cuerpo, celebrando la existencia de cuerpos de múltiples tamaños. Desde este movimiento se pretende dejar atrás el modelo imperante de belleza basado en la delgadez, buscando empoderar especialmente a las mujeres, que son las que sufren la presión más intensa sobre sus cuerpos.
Si bien el movimiento Body Positive promueve una idea interesante, es cierto que no ha estado exento de críticas. En este sentido, algunos profesionales consideran que sentirnos absolutamente cómodos en nuestra piel no siempre es posible. De hecho, lo más habitual es que haya partes de nuestro cuerpo que no nos agraden y nunca vayan a hacerlo.
La idea es que, a pesar de que nuestro cuerpo no nos encante, aprendamos a cuidarlo y respetarlo como el hogar que es para nosotros, entre otras cosas realizando ejercicio no para cambiarlo, sino para darle salud, movimiento y bienestar.
Buscar una forma de hacer ejercicio que nos haga sentir bien y practicarlo con flexibilidad es crucial. No buscamos ejercitarnos para compensar o castigarnos, sino para pasar un buen rato. Por ello, apostar por incluir el deporte como un hábito con margen para hacer cambios en función de nuestras necesidades es prioritario.
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